CAMINO DE SANTIAGO,  España

CUIDADO DE LOS PIES EN EL CAMINO DE SANTIAGO

El cuidado de los pies en el Camino de Santiago es lo más importante cuando te conviertes en peregrino, aunque sea tan solo por unos días. 

Con los pies deberás caminar horas, y días. Si tienes heridas y dolor en los pies, te va a costar muchísimo seguir. 

Además, que eso de sentir dolor durante el peregrinaje está sobre valorado. ¿Te puedes encontrar a ti mismo disfrutando de camino y del paisaje no?

Así que es por eso que creo que vale la pena hacer un post dedicado solo a ello. 

No soy podóloga, ni tengo nociones específicas en el cuidado de los pies solo por ser enfermera. Así que ni lo se todo, ni todo lo que yo digo hace milagros. 

Pero si creo que puedo dar algunos consejos que he ido aprendiendo estos dos años de peregrina. 

CÓMO EVITAR LAS AMPOLLAS DURANTE EL CAMINO DE SANTIAGO

Este debe ser tu propósito en la vida durante los días que camines. 

Una vez te han salido…la molestia está asegurada. 

Lo primero que debes tener claro es que el calzado es lo más importante. Lleva un calzado adecuado a tu pie y al camino que hagas. Y ni se te ocurra estrenar calzado para el camino. Tus zapatos deben haber caminado contigo antes de empezar el peregrinaje.

Dicho esto…

¿Cómo evitar las ampollas? La primera ley a seguir es: PIES SIEMPRE SECOS. 

Hay veces que será imposible, por ejemplo cuando llueva. Aún así, hay que intentar minimizar daños.  Por ejemplo, llevando calzado impermeable y llevando calzado de recambio. 

No te vayas a poner a primera hora de la mañana las zapatillas mojadas del día anterior. 

Hay otros momentos climáticos en los que es muy difícil conservar los pies frescos: cuando hace un calor que te mueres. 

Si, eso puede pasar en el norte si. Sobre todo si haces el camino durante los meses de verano. 

CÓMO MANTENER LOS PIES SECOS SI HACES EL CAMINO EN VERANO

A ver…a todos nos sudan los pies si caminamos bajo el sol abrasador del verano. Pero también hay otras muchas cosas incómodas y peligrosas de caminar bajo el sol. 

Así es que mi primer consejo es que te levantes temprano, y empieces a caminar a primera hora de la mañana. O última de la noche, según como se mire. 

Saliendo de noche a caminar

Nosotras empezábamos a caminar cada día a las 6h de la mañana. De esta manera intentábamos evitar al máximo caminar en las horas centrales de día. Llegábamos a destino a la hora de comer.

En segundo lugar, es necesario hacer descansos, todos los que necesites. 

Mi consejo es que en cada descanso te quites los zapatos, los calcetines, y dejes que tu pie se seque y se airee. 

Se que se suele decir que quitarse las botas a medio camino es lo peor que puedes hacer. Ni caso. Este consejo sirve si ya tienes las rozaduras y ampollas, ya que te va a doler volver a poner las botas de nuevo. 

Pero para evitar las rozaduras, lo mejor es ir aireando el pie. 

Así que, en cada descanso, calzado fuera y a notar el fresquito de la mañana. 

CREMITAS Y VASELINA

Te puedes poner alguna crema refrescante para el dolor. Porque seguramente te duelan por dentro los pies. Y así también vas a sentir alivio y frescor. 

Si la crema lleva árnica mucho mejor, y si lleva algo tipo mentol que de efecto frescor también. 

La árnica es una planta que va genial para los dolores musculares y tendinosos de tipo inflamatorio, y también para los golpes. Nosotras llevábamos esta de Boiron y nos fue genial.

pies frescos y cuidados, CUIDADO DE LOS PIES EN EL CAMINO DE SANTIAGO
Pies frescos y cuidados

Antes de volver a calzarte, ponte vaselina en los pies. 

La vaselina en los pies es mano de santo para las rozaduras y ampollas. 

Puedes comprar vaselina en la farmacia, diría que es bastante barata. O bien comprar algo tipo vaselina en barra, rollo stick. Venden en las farmacias y en el Decathlon. 

CAMBIO DE CALCETINES

Esto parece un poco friki, pero me lo agradecerás cuando evites las ampollas.

Si tienes los calcetines mojados de sudor, cosa que es muy probable, ponte unos nuevos. Los usados cuelgalos en la mochila con unas pinzas que se vayan secando por el camino. 

Eso hacía yo e iba genial.

En cada parada que hagas, vuelve a cambiar los calcetines con los que tienes colgados en la mochila. 

La idea no es que no huelan a sudor, si no que estén secos. Lo aclaro por si has pensado, vaya, y ensucio dos calcetines el mismo día y me los voy poniendo sucios?

No pasa nada, es lo que hay. 

¡Buen Camino!


Y si ya te han salido las ampollas…amplia información aquí.

Recuerda siempre darte mimitos en los pies y en las piernas antes de irte a dormir, o siempre que tu quieras. 

Y si quieres más información sobre el camino, recuerda que puedes leer este post. 

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